Uganda y Ruanda por libre (5): El santuario ornitológico de Bigodi

Great Blue Turaco

Junio 2018.- El Bigodi Swamp Walk (paseo por el pantano de Bigodi) es un auténtico placer asequible para los que nos gustan los parques pequeños, tranquilos, nada masificados y donde prima la calidad sobre la cantidad en cuanto a fauna. Y más satisfacción, aún, comprobar que se trata de proyectos de eco-turismo que benefician a la comunidad local.

Aquí se avistan sobretodo aves -es el hogar de turacos tan fantásticos y emblemáticos como el Great Blue Turaco y el Ross’s Turaco– pero también de primates (se hallan 8 especies de monos, y en ocasiones hasta asoman algunos chimpancés venidos del vecino Kibale). La visita a los Bigodi Wetlands, a la salida del pueblo de Bigodi, consiste en una caminata circular por el bosque (sobre pasarelas de madera en los sitios donde hay más agua) de la mano de un guía experto a lo largo de tres horas largas.

Bigodi Swamp, con una pasarela sumergida por la crecida del agua

Gestionado por la KAFRED (Kibale Association For Rural and Environmental Development), el Bigodi Swamp abre de 7.30h a 17h (la última visita es alrededor de las 15h) pero lógicamente es recomendable ir de buena mañana, el mejor momento de avistar muchos pájaros. La entrada cuesta 50.000 UGX (unos 11 €) para los no residentes. Si no las llevas, te pueden prestar unas botas de agua.

Tras el paseo en plena naturaleza, lo habitual es rematar la jornada con el “Cultural Village Tour”, que con otro guía nos llevará por el pueblo a descubrir cómo se prepara el café cultivado en la zona, el “traditional healer” (curandero), una sesión de cocina o el “brewering”, la cerveza local como actividades principales.

Cómo llegar

Al pueblo de Bigodi se llega fácilmente desde Fort Portal en matatu (1 hora y pico, 2 € al cambio), unos 40 km al sur. El llamado Mpanga stage de Fort Portal es el punto de salida de matatus pero aquel día en el que empezaba a llover todos iban llenos y el amable taxista que me traía desde la guest-house tuvo la gran idea de probar suerte un poco más en las afueras, a pie de carretera. Y acertó.

Tinka’s Homestay es una opción perfecta si quieres ambiente familiar, comida local y precio asequible

Hay que reservar alojamiento con antelación en Bigodi para asegurarse sitio la noche antes de la visita al parque. El popular Tinka’s Homestay es una opción perfecta si quieres, como yo, ambiente familiar y acogedor, comida local y precio asequible. Y desde allí llegas a pie a la entrada del Bigodi Swamp. Aunque salía mencionado en algunas webs y blogs, lo cierto es que me costó encontrar la manera (mail o teléfono) de hacer la preceptiva reserva, hasta que medió por mí, vía mail, el amable Felex desde Uganda Trip (https://ugandatrip.org/), una organización que ofrece tours fuera de las rutas masificadas y con buena interacción con las comunidades locales, que son las beneficiadas principales.

Había quedado con Kabarole Tours para que viniera mi chófer-guía-músico, John (se trae siempre su guitarra para cantar durante el viaje), a buscarme a Bigodi justo después de la visita para poner rumbo al sur, hacia el Bwindi Impenetrable Forest a través del Queen Elizabeth NP. Como ya expliqué, antes no me hacía falta porque moverse hasta aquí por cuenta propia es fácil y te ahorras los 95$ diarios de 4×4 con conductor.

De momento disfruté del placer del viaje inmersivo con intenso olor a África. Mi vecino de matatu resultó ser un anciano que no hablaba inglés pero sí swahili, así que conversamos un buen rato. Dentro de mis límites, claro.

Ya en el pequeño y plácido pueblo de Bigodi, descargar el equipaje en la tierra roja del arcén de la vía principal, encontrar a un amable chico que te lleva por un estrecho camino entre las casas hasta la puerta de Tinka mientras te carga la pieza grande al hombro y encontrar que te abre la puerta una niña pequeña, la simpática Joanita, que se disputa mi bolsa con otro niño para arrastrarla por el patio. Ah, la calurosa bienvenida africana.

John Tinka, de Tinka’s Homestay

La reserva funcionó, aunque antes había llegado otro blanco que Bridget, la madre de Joanita e hija del conocido John Tinka, confundió conmigo y le dio mi habitación. Por suerte quedaba una doble y me la preparó en un momento. Salí ganando. Un lemongrass tea con trozos de papaya verde de bienvenida en el animado patio y ya me sentía uno más de la familia de Tinka, ferviente conservacionista y impulsor de los paseos por el pantano como proyecto de ecoturismo. Un placer conversar con él en casa mientras despedazaban un cordero para la cena.

Cines-chabola con curioso doblaje al Luganda

«Cine» de Bigodi

Aproveché el rato para dar una vuelta y descubrí medio escondido en el barrio, entre callejuelas, atraído por las voces, uno de los curiosos cines de barrio ugandeses que nos había contado el periodista de La Vanguardia Xavier Aldekoa en su presentación del libro Océano África (posteriormente publicó un reportaje sobre el tema: “Hollywood en versión africana” ). Unos cines-chabola de lo más austero, con unas cuantas sillas de plástico y bancos de madera entre cuatro paredes, con la peculiaridad de que un intérprete va traduciendo al Luganda (u otro idioma local) los diálogos y la trama de la película americana, que aquella tarde era una de acción de polis y ladrones.

Para muchos africanos es la única manera de ver películas, ya que el precio de la entrada es irrisorio. Una tele, o proyecciones en la pared, unos altavoces y un artista con micro, un videojokey, que le pone toda su salsa. A veces con bromas, adaptaciones al idioma local o poniendo más de su parte a la historia.

Para muchos africanos es la única manera de ver películas

Me zambullí en la oscuridad para sentarme un rato en la segunda fila y pocos advirtieron la presencia de un blanco en el «patio de butacas”. Pero me largué en seguida: en esta ocasión el doblaje no era en directo sino grabado, y el filme no valía mucho la pena. Persecuciones de buenos y malos en coche y poca cosa más.

Cenamos pronto en el Tinka’s Homestay, a les 7 de la tarde. Horario de pueblo africano, al compás de la luz del sol. Arroz, frijoles, matoke, lentejas, aguacate con tomate, kale (col picada o sukuma wiki en swahili)…

El otro blanco de la casa resultó ser un alemán de 56 años con experiencia como profesor, investigador, travel journalist (escribió un volumen sobre trekking en las Rwenzori mountains, donde había estado precisamente los días anteriores) y también estudió agricultura, me contó. Lo del periodismo de viajes despertó interés en mí pero me aclaró que era algo del pasado, como de otro siglo… Coincidimos rápido en que los tiempos han cambiado y que escribir reportajes de viajes no da mucho para vivir. “Tampoco las guías; la gente ya no las compra”, constató, antes de soltar una pequeña diatriba contra los egos que imperan ahora en las redes. “Ves gente que viaja y se saca cada día fotos de sí mismo: yo, yo, yo”, lamentó, aliviado de estar en otra onda. Lástima que no estudié agricultura; podría estar haciendo un research por Uganda…

Turacos y monos (y serpientes) en el Bigodi Swamp

Great Blue Turaco, Bigodi Swamp

A la mañana siguiente llegó la esperada visita al pantano de Bigodi. Una gozada ser el único visitante a esa hora, las 7.30h, con una guía para mí solo. Diana, muy buena conocedora de la fauna del parque, me hizo feliz en poco rato. Gracias a su oído y vista experimentados, en los primeros 30 minutos nos habíamos topado ya con tremendos ejemplares de Great Blue Turaco y Ross’s Turaco, ante cuyo vuelo majestusoso entre las copas me rendí, embelesado.

En los primeros 30 minutos nos habíamos topado ya con tremendos ejemplares de Great Blue Turaco y Ross’s Turaco

Ya tenía mi premio. Pero quedaba mucho por ver en más de tres horas de plena comunión con el bosque y los humedales. Ahí va la lista (por orden de aparición): Brown-eared woodpecker (pito orejipardo), Squirrels (ardillas), Baboons (babuinos), Boehm squirrel, Barbet, Black-and-white shrike flycatcher (Bias músico), Joyful greenbull, Female veilots black weaver, Snowy-headed Robin-chat (o mejor, Snowy-crowned Robin-chat), Yellow-spotted barbet, Black-necked weaver (tejedor cuellinegro), Vervet monkey, Black-and-white colobus monkeys, Grey heron (garza real), Black-and-white casqued hornbills (¡una fantástica pareja!), Red Tailed monkey (cercopiteco de cola roja), African Pygmy-Kingfisher (el precioso  y experto pescador Martín pigmeo africano), Hornbill (bucerótidos como tocos o cálaos), African Open-billed Stork (picotenaza africano)… También cruzó el camino, justo tras nuestro paso, una delgada serpiente verde, que se quedó un rato al sol y se dejó fotografiar antes de desaparecer entre las hierbas.

Red Tailed Monkey

Y entre los primates, además de los imponentes baboons (babuinos o papios) que merodeaban en una gran familia por los alrededores de la entrada, tuvimos la suerte de encontrarnos al Mangabey, que según Diana era raro de ver en este parque y que, según se ha descubierto recientemente, se trata del único primate endémico en Uganda. En este santuario orinitológico se encuentran hasta 8 especies de primates. Entre ellos el Red Colobus monkey y L’Hoests’s monkey, a parte de los citados antes.

Los esquivos Mangabeys constituyen una especie endémica de Uganda, según se ha demostrado hace poco

Me contó la guía que el parque de Bigodi es propiedad de la comunidad, no del gobierno, y por ello carece de ayudas públicas. Da empleo directo a una quincena de personas y está vinculado a otros proyectos locales como el hospital, el acceso a agua potable para la comunidad y el de apoyo a las mujeres. Hay que decir que algunas de las pasarelas de madera necesitaban una puesta al día tras las últimas lluvias, ya que se encontraban parcialmente sumergidas (las botas que me dieron en la entrada fueron muy útiles).

El día había amanecido algo húmedo (hay que llevar ropa impermeable por si acaso, además de los prismáticos) pero después brillaba el sol y se estaba de maravilla en manga corta. A la salida, una buena manera de apoyar el proyecto es adquirir algunos de los objetos de artesanía realizados por las mujeres de Bigodi. Desaconsejan adquirir los que te ofrecen algunos niños por el sendero del parque (pequeños gorilas o chimpancés de barro, básicamente) porque temen que fomente el absentismo escolar si lo ven como ingresos fáciles. No obstante, algunos de estos niños pasan ratos en el campo para ahuyentar a pájaros y monos del maíz de las plantaciones familiares.

Village Tour: café recién tostado y el ‘traditional healer’

John ya había llegado con el Toyota de Kabarole Tours desde Fort Portal pero quedamos para ponernos en ruta después del village tour que acababa de concertar para después de parar en la popular ‘eatery’ local Ecoburrito, a la salida del parque, para zamparme un vegeterian burrito.

Con un guía local visitamos la casa de una anciana que te muestra, paso a paso, la elaboración tradicional del café hasta servirte la taza, y la del traditional healer (curandero). La primera, la amabilísima Akiki (nickname de Angelika), tostó y molió con esmero los granos antes secados al sol hasta hervir el agua y servirnos unas tazas entre el aroma intenso del café ugandés, que crece justo al lado de su casa. Para asistir al lento ritual nos obsequió con unas mazorcas de maíz.

El segundo parecía tener remedios naturales (plantas, ramas, huesos, semillas, plumas…) para todo. Con un semblante serio en la penumbra de su cabaña, nos sacó todo el muestrario, imagino que tal como hace diariamente a los visitantes que pasan por allí de la mano de guías locales. Entre todas las “medicinas” me llamó la atención el cráneo de chimpancé. Colocado en la puerta junto con ramas recogidas de su nido sirve, dijo, para ahuyentar de la casa de uno a las malas compañías/visitantes indeseados. Tiene su lógica porque el chimpancé es un primate que cada noche anida y duerme en un árbol distinto, o sea que no para quieto. Es como decirle al enemigo que se vaya por las ramas a otra parte.

Datos útiles:

  • Fort Portal-Bigodi: una hora en matatu por una buena carretera, 5.000-10.000 UGX (entre 1,1 y 2 euros)
  • Tinka’s Homestay: 70.000 UGX/15 € por persona y noche en media pensión (desayuno y cena). Comida extra del día siguiente, 15.000 UGX/3,3 €. Contacto: 0774879284 (Bridget) *Desde fuera de Uganda hay que añadir el prefijo y quitar el cero: +256-774879284
  • Swamp Walk: entrada no residente 50.000 UGX/ 11 €
  • Village tour con guía: 40.000 UGX (= 8,8 €)

© Texto y fotos de Carles Cascón, 2018

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Acerca de Carles Cascón

Periodista i fotògraf de Sabadell (Barcelona)
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